Promedio de vida en cautiverio: Entre 20-30 años, aunque se han dado casos de boas que han llegado cerca de los 40 años.
Apariencia general: Se trata de una especie relativamente primitiva con vestigios de la cintura pélvica y de las extremidades posteriores, que son patentes en el macho como evidentes espolones anales. La boa constrictor es una serpiente robusta y muy fuerte. Los ejemplares de mayor tamaño proceden de la cuenca del Amazonas y pertenecen a la subespecie Boa constrictor constrictor, pudiendo alcanzar más de 4 metros de longitud. La cabeza es grande y triangular, estando bien delimitada del cuerpo por medio de un cuello más estrecho. Toda la coronilla está recubierta de pequeñas escamas uniformes. Los dientes son fuertes.
El aspecto y las dimensiones varían muchísimo según la subespecie; en general, la coloración típica de fondo es marrón rojizo claro con típicas manchas dorsales en silla en la parte anterior, y triangulares en el tercio posterior; estas manchas son de color marrón negruzco o rojizas con bordes negro y blanco; la cola termina típicamente (sobre todo en la B.c. ortonii) con grandes manchas rojo vivo.
“Es una serpiente tropical no-venenosa de gran tamaño. La cabeza es triangular (vista dorsal) y se distingue del cuello angosto. El hocico se observa truncado si se ve dorsalmente. Los ojos son pequeños y las pupilas están dispuestas verticalmente de manera elíptica. La superficie dorsal de la cabeza está cubierta con numerosas pequeñas escamas. Las escamas dorsales del cuerpo son lisas, sin fosetas apicales y están dispuestas en filas de 55 y 80 escamas en el cuerpo medio. La placa anal es entera y por lo general los machos cuentan con un par de espolones queratinizados mejor desarrolladas que las hembras. La coloración del dorso es canela o gris con manchas rectangulares o bandas irregulares de color café, usualmente con manchas más claras en el centro. La superficie lateral cuenta con manchas oscuras de centro más claro. La superficie dorsal de la cabeza es canela o gris con una raya delgada en medio de la cabeza que empieza en el hocico y se extiende al resto del cuerpo. La superficie ventral es de color canela claro, gris o crema con manchas irregulares obscuras”.
Terrario: El terrario debe ser espacioso (la longitud máxima debe equivaler a los dos tercios de la longitud de los animales), con una ambientación que les permita trepar y calentarse. Debe tener un bebedero para el agua lo suficientemente grande como para dar cabida a todo el animal; el agua debe cambiarse regularmente.
Temperatura: Cualquier cambio brusco de temperatura, sobre todo para las crías, es fatal; por tanto los animales deberán comprarse en los meses cálidos o prever la instalación de un contenedor térmico.
Día: Mantener la temperatura entre los 25-30º C.
Humedad: Por debajo del 70 %
Iluminación: Iluminación natural, no necesitan ningún tipo de focos, aunque sí fotoperidos.
Sustrato: Sobre el fondo colocar material esterilizado y suave (nunca piedras ni grava). Usar algunas ramas donde pueda trepar y tallarse en el periodo de muda.
Alimentación: Las crías buscan pequeños roedores; los ejemplares adultos, pese a cazar ocasionalmente pájaros, cazan al acecho o buscan activamente mamíferos hasta el tamaño de un agutí. Las presas son atrapadas con los típicos dientes en forma de garfio y de inmediato apresadas entre los anillos para matarlas por constricción.
La alimentación debe basarse en presas del tamaño adecuado (ratas, ratones, pollos, conejos…). La primera comida de los recién nacidos consistirá en pequeños ratones.
Al igual que ocurre con las demás especies de serpientes, dejar una presa viva en el terrario sin estar el cuidador presente supone un grave riesgo ya que el roedor puede atacar a la serpiente si esta no tiene ganas de comer. En caso de que sea imprescindible dejar una presa viva y no podamos o debamos estar presentes (boas nerviosas) siempre hay que ofrecer comida y bebida a la presa viva.
Reproducción: Se produce estacionalmente durante la temporada de lluvias en verano. La hembra atrae al macho al emitir un aroma de la cloaca durante la temporada productiva. Es una especia ovovivípara.
Tiempo de gestación. De entre 4 a 10 meses.
Tamaño de la camada. De 11 a 60 crías.
Madurez sexual. Entre los 2 y 4 años.
Manejo: Por lo regular estas serpientes tienen un comportamiento poco agresivo. Los ejemplares jóvenes son más ariscos pero a medida que se les manipula y crecen se vuelven dóciles, aunque siempre hay que tener sus reservas. Las boas constrictoras pueden ser manejadas por cualquier aficionado pero se recomienda tomar sus precauciones para evitar accidentes porque son serpientes muy fuertes y de gran tamaño.
Comportamiento: La tradición presenta a la boa como una fantástica serpiente de la jungla amazónica que ataca sin piedad a los exploradores. En realidad, aun cuando su carácter no es dócil y puede tratar de morder, no constituye en absoluto un peligro para el hombre.
En cautividad, cuando son jóvenes, pueden llegar a mostrarse nerviosas y pueden llegar a morder, cuando crecen si tratamos con ella y la manipulamos con regularidad puede llegar a volverse más tranquila. Aun así, nunca debemos confiarnos y debemos tratarla con respeto.
Observaciones:
Se tratará en fichas específicas las especies más comunes de las Boas constrictoras.
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